Guatemala
Al igual que otras personas de la comunidad indígena maya q’eqchi —residente en la región centro norte de Guatemala—, Bernardo lo ha arriesgado todo por proteger las tierras de su comunidad frente a la destrucción. En 2015, las comunidades q´eqchi se enteraron de que se estaban construyendo dos centrales hidroeléctricas en el río Cahabón —uno de los más largos de Guatemala—, que tiene carácter sagrado para los mayas q'eqchi. Debido a la construcción de centrales eléctricas, sus bosques estaban ya despoblados; ahora iban a perder la preciada agua del río, tan necesaria para su supervivencia. Bernardo y otras personas de la comunidad decidieron alzar la voz, y lo arriesgaron todo por hacerlo. En respuesta a sus protestas, Bernardo fue públicamente difamado con reiteradas e infundadas acusaciones. En 2018, un tribunal lo condenó a más de siete años de cárcel sin prueba alguna. El 40% de la población de Guatemala está formada por pueblos indígenas, que a menudo viven en tierras ricas en recursos. Con frecuencia, se considera que esas personas son un obstáculo para los intereses comerciales y son amenazadas, hostigadas e, incluso, asesinadas por el afán de explotar los recursos naturales de sus tierras. Personas como Bernardo protegen la tierra para sus comunidades y para las generaciones futuras. Como muchas otras personas de todo el mundo, Bernardo está siendo castigado por proteger el medioambiente a manos de las mismas personas que lo destruyen. Deben devolverle la libertad de inmediato.
“¿Por qué estoy en la cárcel? Por denunciar lo que están haciendo con los ríos, por defender lo poco que queda.”